A lo largo de la vida vamos construyendo nuestra personalidad a través de experiencias y relaciones que nos puedan aportar madurez y crecimiento personal.

La búsqueda de todo ser humano es encontrar el bienestar, el equilibrio interior y una forma satisfactoria de vivir el presente.

Cuando en nuestro proceso vital se instala la ansiedad, el sufrimiento, la tristeza o la soledad, es un buen momento para, en compañía de un terapeuta, abordar nuevas maneras de construir nuestra propia realidad.

Una pareja implica emociones, sentimientos, identidad y trabajo para la creación de un proyecto común. Es una relación donde permitimos al otro que incurra en nuestra intimidad, lo que nos genera confianza, seguridad y apoyo.

Cuando esta relación deja de ser libre y nos provoca insatisfacción, conflictos, soledad o frustración, es un buen momento para revisar las dinámicas que se han establecido.

La terapia de pareja no puede ser un arbitraje, ni tampoco una terapia de un cónyuge en presencia del otro. Como su nombre indica, es una intervención sobre la relación de pareja en presencia de dos personas que son a la vez creadoras de esa relación y creaciones de ésta.

Es nuestro espacio colectivo más íntimo, donde descubrimos los vínculos de apego, maneras de relacionarnos, valores que en ocasiones nos provocan discrepancias, conflictos o dificultades personales.

Hay momentos donde un comportamiento problemático por parte de uno de los miembros de la familia genera sufrimientos o desajustes en la dinámica relacional, así como dificultades para abordar los diferentes ciclos que marcan la vida y la evolución de la familia:

  • Problemas de conducta y socialización en la infancia.
  • La entrada en la adolescencia que conlleva la construcción de la propia personalidad en relación a sus iguales y con independencia de la familia.
  • Dificultades para gestionar determinados cambios como; un divorcio, fallecimiento, enfermedad grave, paro o una adopción.

La sexualidad es algo con lo que vivimos, sentimos, gozamos y a veces sufrimos. Tenemos nuestras emociones, conductas, fantasías y creencias interiorizadas que a veces nos dificultan en nuestro contacto con el otro y necesitamos revisar: falta de deseo, eyaculación precoz, no aceptación de la orientación o identidad sexual.

Con este trabajo pretendemos crear un espacio para trabajar las sexualidades desde una perspectiva psicoterapéutica. Un espacio donde caben todos los modelos de hombres y de mujeres y todos los modelos de sexualidades.

Si la distancia, movilidad o cualquier otra situación no te permite asistir personalmente a la terapia individual puede ser a través del Skype.